Neuralink comenzará a probar su implante cerebral para restaurar la visión en humanos a partir de 2026

 


La empresa de Elon Musk busca hackear la corteza visual con su nuevo dispositivo Blindsight, que prescinde completamente de ojos y nervios ópticos.


Neuralink, la startup neurotecnológica fundada por Elon Musk, anunció que comenzará los ensayos clínicos en humanos de su implante cerebral experimental para restaurar la visión a personas ciegas a finales de 2025 o principios de 2026. El propio Musk reveló el cronograma durante una charla con Y Combinator, en la que anticipó: “En los próximos meses, implementaremos nuestros primeros implantes de visión, lo que nos permitirá interactuar directamente con la corteza visual, incluso en personas completamente ciegas”.


El dispositivo, bautizado Blindsight, representa un salto audaz dentro del campo de las interfaces cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés). A diferencia de otras tecnologías que intentan aprovechar remanentes del nervio óptico, Blindsight va más allá: evita por completo tanto los ojos como el nervio dañado y, en cambio, estimula directamente las neuronas de la corteza visual a través de una matriz de microelectrodos implantados.


El sistema ha sido probado en monos durante los últimos tres años, y aunque la resolución visual inicial que ofrece es baja, Musk afirma que podría mejorar con el tiempo. En septiembre de 2024, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. otorgó a Blindsight la designación de dispositivo innovador, un estatus que agiliza los trámites regulatorios para tecnologías con potencial de tratar condiciones severas.


Primeros pacientes y asociaciones estratégicas

Los primeros ensayos humanos podrían realizarse en los Emiratos Árabes Unidos, en alianza con la Cleveland Clinic Abu Dhabi. Neuralink ya habilitó un registro internacional de pacientes y lleva adelante otro estudio paralelo —llamado UAE-PRIME— orientado a personas con discapacidades motoras y del habla.


Este nuevo frente clínico se suma al programa actual de Neuralink enfocado en pacientes con parálisis. Desde 2023, la empresa ha implantado su interfaz en cinco personas, incluida Noland Arbaugh, un joven cuadripléjico que logró controlar una computadora y jugar videojuegos con la mente. No obstante, el caso también puso en evidencia los desafíos técnicos: el 85% de los hilos del implante se desprendieron por el desplazamiento cerebral inesperado, lo que obligó a la empresa a modificar su protocolo quirúrgico.


Expectativas versus realidad

Aunque el potencial de la tecnología es enorme, no todos en la comunidad científica comparten el entusiasmo de Musk. Ione Fine, profesora de neurociencia en la Universidad de Washington, advirtió que “los ingenieros suelen pensar en los electrodos como si produjeran píxeles, pero simplemente no es así como funciona la biología”. Según la especialista, los límites anatómicos y funcionales del cerebro podrían frenar las ambiciones de superar la visión humana con implantes artificiales.


Desde su fundación en 2016, Neuralink sostiene una visión futurista: crear una interfaz cerebral generalizada capaz de restaurar funciones sensoriales y motoras, y eventualmente ampliar las capacidades humanas. Mientras tanto, los ensayos clínicos vinculados a parálisis seguirán activos hasta al menos 2031.


Con Blindsight, la compañía pone un pie en uno de los terrenos más complejos y esperanzadores de la neurotecnología. Si los ensayos tienen éxito, la próxima gran revolución visual podría no pasar por los ojos, sino directamente por el cerebro.

Artículo Anterior Artículo Siguiente