Científicos argentinos crearon una cerveza con residuos industriales y beneficios para la salud

 


Un grupo de investigadores del CONICET trabaja en un proyecto que podría transformar tanto la industria cervecera como la agricultura sostenible. Se trata de BrewSelBar, una iniciativa financiada por la Unión Europea con 475 mil euros, que convierte el bagazo cervecero —uno de los principales residuos del sector— en un bioestimulante enriquecido con selenio.


El desarrollo busca no solo reducir el impacto ambiental de estos desechos, sino también generar cervezas funcionales con beneficios para la salud.


Del desecho al valor agregado

El proyecto está liderado por María Gabriela Guevara, del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB, CONICET-UNMDP). La científica explicó que el objetivo es “generar un bioestimulante para semillas que incremente la tolerancia de las plantas de cebada al estrés por sequía y altas temperaturas”.


El bagazo de cebada, que en muchos países termina como alimento animal o en basurales liberando gases de efecto invernadero, pasará a convertirse en un insumo de alto valor económico y ambiental.


Además, la propuesta responde a otro desafío global: la deficiencia de selenio en la dieta. Según Guevara, una de cada siete personas en el mundo presenta carencias de este micronutriente, y Argentina no es la excepción.


Un consorcio internacional

BrewSelBar forma parte del programa europeo Horizonte 2024 Marie Skłodowska-Curie Research and Innovation Staff Exchange, que se desarrollará entre enero de 2026 y diciembre de 2029.


En el consorcio participan la Universidad Nacional de Mar del Plata, la cervecería Antares, la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad Técnica de Dinamarca, la Universidad Técnica de Berlín, además de Semillas Battle S.A. (España) y Redinn S.R.L. (Italia).


Leonardo Ferrari, cofundador de Antares, aseguró que la empresa decidió involucrarse para “combinar sostenibilidad con desarrollo local” y crear cervezas enriquecidas con selenio que “ayuden a regular funciones del organismo, apoyen el sistema inmunológico y actúen como antioxidante”.


Cómo será el proceso

El bioestimulante será aplicado en semillas de cebada para generar plantas más resistentes a la sequía y enriquecidas en selenio. Con esos granos se elaborará malta cervecera, que permitirá producir cervezas funcionales, en principio sin alcohol, con un aporte nutricional diferenciado.


Los laboratorios del CONICET y la Universidad Nacional de Mar del Plata trabajarán en la extracción y formulación del bioestimulante, mientras que equipos europeos utilizarán aceleradores de partículas para determinar la concentración exacta de selenio en los granos.


La etapa final será una producción piloto en la planta de Antares, para medir la eficacia del bioestimulante a escala industrial y definir qué estilo de cerveza se adapta mejor a la cebada enriquecida.

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