Samsung vuelve a marcar la diferencia en el mercado de televisores gracias a su tecnología de puntos cuánticos, un sistema que permite reproducir colores más vivos y precisos que cualquier pantalla convencional.
Lo que hace a esta tecnología auténtica es la cantidad y calidad de los nanocristales semiconductores en sus paneles, que transforman la luz con gran exactitud y garantizan un brillo superior, negros más profundos y una durabilidad extendida.
Para considerarse un QLED genuino, un televisor debe contener un mínimo de 3.000 ppm de puntos cuánticos, un estándar que asegura que la imagen mantenga su fidelidad a lo largo del tiempo. Además, Samsung utiliza materiales completamente libres de cadmio, reduciendo riesgos para la salud y el medio ambiente, algo que no todos los fabricantes pueden garantizar.
Estas características fueron verificadas por TÜV Rheinland y SGS, organismos internacionales que certifican tanto la precisión de los puntos cuánticos como la ausencia de cadmio en el diseño. Así, Samsung combina tecnología de vanguardia con responsabilidad ambiental, consolidando su reputación como líder en televisores premium.
Con esta estrategia, la marca surcoreana demuestra que ofrecer una imagen de calidad superior no está reñido con el cuidado del planeta, y que la innovación auténtica es la clave de su permanencia en la cima del mercado global por casi dos décadas.
