La computación cuántica está dejando de ser una promesa lejana para convertirse en una realidad que, en un futuro no tan distante, transformará radicalmente la seguridad del comercio electrónico, la banca digital y la privacidad de nuestra vida digital.
Los sistemas criptográficos que hoy protegen nuestras transacciones, nuestras billeteras digitales y nuestros datos personales, basados en algoritmos clásicos, serán vulnerables frente al poder de procesamiento cuántico capaz de descifrarlos con relativa facilidad. Esta amenaza no es solo teórica: recientes avances en laboratorios de todo el mundo demuestran que la capacidad para romper estas barreras está cada vez más cerca.
Lo que hace esta problemática aún más compleja es la asimetría de poder que enfrentamos. Hoy dependemos de grandes compañías tecnológicas como Google, Microsoft o Meta para gestionar nuestras contraseñas, identidades digitales y datos sensibles. Estas mismas corporaciones, con recursos y acceso privilegiado a la investigación avanzada, serán las primeras en dominar la computación cuántica. Esto plantea un escenario donde la concentración de poder tecnológico y de información puede profundizarse, generando nuevos desafíos en términos de transparencia, control y equidad en el acceso a la seguridad digital.
El futuro de la seguridad digital no solo dependerá del desarrollo tecnológico, sino también de cómo abordemos estas tensiones de poder y de la capacidad del ecosistema global para implementar soluciones criptográficas poscuánticas que garanticen la protección de la privacidad y la integridad de las transacciones.
Invito a la comunidad profesional a reflexionar y debatir sobre cómo prepararnos para este cambio inminente, cómo equilibrar la innovación con la ética, y qué rol deben jugar tanto las empresas como los reguladores para asegurar un entorno digital confiable y justo para todos.
¿Estamos realmente conscientes del impacto que tendrá la computación cuántica en nuestra vida digital y qué acciones concretas estamos tomando para anticiparnos a esta nueva era?
Por Cesar J. Briatore, Director fundador en Tyva Partners