La NASA anunció este miércoles que su rover Perseverance detectó rastros químicos y geológicos en Marte que podrían ser la huella de vida microbiana antigua, aunque los expertos insisten en la cautela: aún no hay confirmación definitiva.
El hallazgo en el cráter Jezero
El descubrimiento se produjo en el cráter Jezero, una región que hace miles de millones de años albergó un gran lago y un sistema fluvial. Durante su exploración del valle Neretva, Perseverance analizó formaciones rocosas llamadas Bright Angel, compuestas por arcillas y conglomerados sedimentarios.
En varias muestras, especialmente en zonas bautizadas como Cataratas de Chevaya, Templo de Apolo y Praderas de Walhalla, se detectó materia orgánica, principalmente carbono, junto con elementos esenciales para la vida como hierro y fosfato. Estas formaciones contienen además “halos negros” y manchas verdosas con nódulos, algunas con patrones similares a la piel de un leopardo, que podrían haber sido generadas por actividad microbiana.
La muestra clave: Cañón Zafiro
Perseverance recolectó una muestra especialmente relevante, llamada Cañón Zafiro, que quedó sellada en una cápsula estanca. Esta muestra permanecerá en la superficie marciana hasta que una futura misión pueda traerla a la Tierra, donde se podrán realizar análisis más exhaustivos y determinar si su origen es biológico o químico.
¿Es vida o un fenómeno químico?
Los científicos señalan que las señales podrían ser producto de vida antigua, aunque todavía no descartan explicaciones químicas no biológicas. En la Tierra, estructuras similares se forman por microbios que extraen energía de minerales como vivianita y sulfuros de hierro, pero también pueden generarse por procesos geológicos.
El análisis definitivo solo será posible en laboratorios terrestres, donde se usarán instrumentos más avanzados que los disponibles en Marte. Por ahora, este hallazgo es considerado la evidencia más prometedora de vida microbiana pasada en Marte, según la NASA.
Por qué es importante
El entorno donde se formaron estas rocas era acuoso y con temperaturas moderadas, condiciones que podrían haber permitido la preservación de materia orgánica. Este descubrimiento no solo aporta pistas sobre la habitabilidad antigua de Marte, sino que también representa un hito en la exploración espacial, aumentando la confianza de los científicos en que el planeta rojo pudo sostener vida en algún momento de su historia.
Próximos pasos
La NASA planea traer estas muestras a la Tierra mediante futuras misiones, donde podrán confirmarse o descartarse indicios de vida. Mientras tanto, Perseverance sigue explorando el cráter Jezero en busca de nuevas pistas, y la comunidad científica observa con cautela y entusiasmo lo que podría ser uno de los hallazgos más importantes de la historia de la ciencia.