La inteligencia artificial está redefiniendo la manera en que las empresas utilizan sus computadoras. Ya no se trata solo de rendimiento o capacidad de almacenamiento: las PCs comienzan a desempeñar un papel activo en la protección de datos, la automatización de tareas y la optimización energética. Esta evolución marca un punto de inflexión en el entorno corporativo, donde los dispositivos dejan de ser herramientas pasivas para convertirse en aliados estratégicos del negocio.
En este análisis, Matías Berardi, Gerente Senior de SMB para Sudamérica, repasó con Tecno Newsroom cómo la inteligencia artificial está transformando el uso de las PCs en el entorno corporativo, no solo desde el rendimiento, sino también desde la protección de datos y la eficiencia energética. Un enfoque clave para comprender el valor estratégico de tecnologías como los procesadores AMD Ryzen AI PRO Serie 300.
“Las PCs empresariales están atravesando una evolución silenciosa, pero profunda”, explica Berardi. “Con la inteligencia artificial ganando terreno, estos equipos empiezan a ocupar un rol mucho más protagónico que el de simplemente ejecutar tareas: ahora asisten activamente al usuario, resguardan información sensible y colaboran con el funcionamiento más eficiente de toda la organización”.
El foco de las compañías, agrega, ya no pasa únicamente por la velocidad de procesamiento o el espacio de almacenamiento, sino por cómo los dispositivos pueden acompañar la toma de decisiones, anticiparse a las necesidades o automatizar procesos repetitivos, siempre con una mirada puesta en la ciberseguridad y la sostenibilidad energética.
Uno de los avances más relevantes en este sentido es la integración de capacidades de IA directamente en el hardware. “Poder ejecutar tareas de inteligencia artificial en el propio equipo —sin depender de la nube— no solo mejora la velocidad de respuesta, sino que también reduce la exposición de los datos sensibles y minimiza los costos operativos asociados a la conectividad y las suscripciones”, detalla Berardi.
Esto habilita una experiencia mucho más dinámica para los usuarios: asistentes capaces de resumir documentos, gestionar agendas o analizar grandes volúmenes de información en tiempo real. “La IA deja de ser un concepto abstracto para integrarse de manera concreta en la rutina laboral”, señala.
Los procesadores AMD Ryzen AI PRO Serie 300 representan un paso clave en esa dirección. Diseñados para entornos corporativos, combinan rendimiento, inteligencia, eficiencia energética y protección de datos, tres pilares que, según Berardi, definen la infraestructura empresarial moderna.
Otro cambio importante es que esta tecnología ya no está reservada a las grandes corporaciones. “Hoy, las pequeñas y medianas empresas también pueden acceder a equipos con capacidades avanzadas sin necesidad de grandes inversiones. Esa democratización de la IA en el hardware está impulsando una nueva etapa de productividad y seguridad en todo el ecosistema empresarial”, sostiene.
Berardi concluyó: “En un mercado donde la velocidad de respuesta, la protección de la información y el uso consciente de los recursos son determinantes, contar con PCs que no solo procesan, sino que también aprenden, colaboran y protegen, deja de ser una ventaja para convertirse en un nuevo estándar”.
