El 2025 está poniendo a prueba la resiliencia de las empresas de bienes de consumo. En un escenario marcado por la baja confianza del consumidor, los cambios macroeconómicos y la presión sobre los márgenes, las compañÃas del sector enfrentan uno de los años más desafiantes de la última década.
Según el Consumer Goods Industry Insights Report de Salesforce, más de la mitad de los ejecutivos (54%) afirma que este año será más difÃcil alcanzar un crecimiento rentable. Aun asÃ, lejos de frenar su inversión, los lÃderes están apostando fuerte por la inteligencia artificial (IA) como una herramienta clave para impulsar eficiencia, innovación y crecimiento.
Casi nueve de cada diez empresas del sector creen que los agentes de IA —sistemas capaces de actuar de forma autónoma sin supervisión humana— serán esenciales para competir en los próximos dos años. El 88% espera, además, que contribuyan directamente a aumentar las ventas.
“Adoptar un mundo liderado por la IA significa reimaginar una empresa en la que humanos y agentes inteligentes no solo coexistan, sino que colaboren”, explicó Athina Kanioura, directora de Estrategia y Transformación de PepsiCo.
Un contexto económico que obliga a repensar estrategias
El informe señala que el 98% de los lÃderes de la industria menciona los cambios en la polÃtica económica —como los aranceles y los ajustes en las cadenas de abastecimiento— como uno de los principales factores que presionan sus márgenes. Ante esta situación, muchas compañÃas están relocalizando operaciones, redefiniendo sus modelos de distribución o reconfigurando envases y formatos de productos para adaptarse a la nueva dinámica del mercado.
Michelle Grant, directora de RCG Insights en Salesforce, destacó que la IA se está convirtiendo en un aliado estratégico para optimizar decisiones en este contexto cambiante:
“Ya sea que las compañÃas estén ajustando sus estrategias de abastecimiento o absorbiendo costos adicionales, la IA puede analizar patrones de demanda, priorizar productos y guiar decisiones más inteligentes en todas las etapas del proceso comercial”.
IA, personalización y datos: los nuevos motores de rentabilidad
A pesar de la incertidumbre global, el estudio muestra que los lÃderes del sector mantienen su foco en la innovación impulsada por IA, especialmente en tres frentes: el crecimiento de ingresos, la eficiencia operativa y la creatividad aplicada al desarrollo de productos.
Los agentes de IA ya no se limitan a automatizar tareas: hoy pueden crear promociones personalizadas, optimizar campañas comerciales o proponer nuevos lanzamientos basados en datos de consumo. El 90% de los ejecutivos prevé aumentar la inversión en este tipo de soluciones antes de 2027.
Este cambio llega en un momento crÃtico. Las promociones tradicionales, uno de los principales gastos de la industria, muestran signos de agotamiento: solo el 46% genera un retorno positivo. En contraste, las ofertas personalizadas basadas en IA superan en casi 20 puntos porcentuales los resultados de los programas de lealtad tradicionales.
Las marcas buscan reconectar con consumidores más volátiles
El informe también revela un dato inquietante: el 74% de los consumidores cambió de marca durante el último año, y más de la mitad de los lÃderes (54%) reconoce que mantener la lealtad del cliente es hoy más difÃcil que nunca.
Con el canal directo al consumidor (DTC) y los programas de fidelización perdiendo efectividad, las compañÃas están volcando recursos hacia la personalización digital, la publicidad en redes sociales y la automatización de experiencias de compra. El 73% de los lÃderes está aumentando su inversión en redes sociales, y el 70% en estrategias de personalización.
“En 2025, los aumentos de precios y las promociones masivas ya no garantizan crecimiento”, advierte Grant. “Ganar hoy significa precisión: usar datos, IA y estrategias comerciales más inteligentes para transformar cada paso —desde la fábrica hasta el comprador— en una oportunidad de generar valor”.
En sÃntesis, la industria de bienes de consumo atraviesa una fase de transformación acelerada. En medio de la volatilidad económica y la fragmentación del consumo, la inteligencia artificial aparece no solo como una herramienta tecnológica, sino como el nuevo cimiento sobre el que se construirá la rentabilidad del futuro.